Un perfecto ensamblaje de dos vinos en el tradicional y genuino sistema de Solera y Criaderas: Un Amontillado, seco y con carácter. Un Pedro Ximénez, dulce, intenso y aterciopelado. Posteriormente impregnados con botánicos donde destacan el ajenjo, salvia, genciana, cilantro y la corteza de naranja.
Los aromas dulces de fruta madura se entrelazan con notas cítricas y herbáceas, sobre un fondo de madera ahumada. Aterciopelado, sabroso y equilibrado. De final avellanado y ligeramente amargo.
Curiosidad: En el año 2000 Lustau adquirió seis históricos cascos bodegueros del siglo XIX en el centro de Jerez. Estos edificios fueron restaurados en base a los planos y técnicas originales, respetando al máximo su identidad y autenticidad. Hoy albergan las principales instalaciones bodegueras de Lustau.