Viñedos viejos de equilibrada producción, esmerada elaboración y cuidada permanencia del vino de color intenso. Nariz compleja, estructurado en boca y con un elegante y largo postgusto singularizado y enriquecido con las peculiaridades de cada añada.
Son vinos elegidos por su destacada calidad y proceden de los viñedos más relevantes situados en los parajes de El Carretil, La Poza, Valdeginés, Los Olivos, Quintanilla, El Cerradillo o San Lázaro.
Desde su primera añada, 1990, Pagos Viejos ha sido siempre el reflejo de la diversidad, la diversidad de la tempranillo plantada en viñedos de características distintas: suelos arcillo-calcáreos, arenosos y de aluvión, suelos con diferentes exposiciones y viñedos con densidades de plantación y edades variadas. Su característica común, viñedos viejos siempre.
La complejidad de Pagos Viejos nace de una selección de uvas procedente de los viñedos más relevantes de los parajes de El Carretil, La Poza, Valdeginés, Los Olivos, Quintanilla, El Cerradillo o San Lázaro. Es un vino sumamente equilibrado, elegante y sedoso, elaborado con gran mimo y respeto, permitiendo la expresión de las peculiaridades de cada añada.
Maridaje: Carnes blancas, Carnes rojas asadas, Civet, Asados, Caza mayor, Quesos curados, Quesos azules, Jamón Ibérico de Bellota