Viticultura de vasos viejos, de secano, para este viñedo profundamente enraizado en La Vall dels Alforins. La personalidad alegre y floral, de violetas silvestres, que las noches frescas regalan a la uva permanece intacta en cada copa de nuestro Tempranillo. El reposo de dos inviernos en nuestra bodega subterránea ensambla esa vibrante personalidad con las tranquilas tinas de roble para un vino carnoso, goloso, pleno y personal.