Las variedades se elaboran por separado, obteniendo un moscatel seco y cortando la fermentación de la Viura para mantener una concentración de azúcar próxima a los 80 g/l. Así obtenemos un vino blanco que siendo semi-dulce, es ligero en boca, e invita a repetir, con el carácter inconfundible del Moscatel pero con la frescura y acidez que equilibra el dulzor. Recomendamos servir frio. Es un vino suave, muy orientado al público femenino, suave, dulce y equilibrado.
En vista aparece de color amarillo pálido. Limpio y brillante en copa. En nariz destacan aromas frutales y florales bien combinados sobre un fondo mineral. En boca tiene una entrada agradable y fresca, un recorrido sabroso, dulzón y ligero a la vez. Buena acidez.
Curiosidad: su baja graduación lo convierte en un vino perfecto para las sobremesas, buenas compañías o simplemente un copeo por la noche fuera de las comidas.