La Petit Verdot, la más exótica de las vides bordelesas, es la base de este original vino. Normalmente utilizada en pequeñas proporciones para aportar nervio a otras variedades, Abadía Retuerta ha aprovechado todo el potencial de esta uva para crear un vino monovarietal único y muy original. El potente sol de Castilla, un particular terroir con suelo predominantemente arenoso y 24 meses de reposo en barrica le conceden un carácter exquisito.
De cuerpo firme y estructurado, tiene un largo final, sedoso y cálido en boca. Su producción es muy limitada y selecta. Un capricho para sibaritas.