Con el recién cambio de monovarietal Tempranillo a cupaje, prácticamente por partes iguales, en la añada 2018, ya se sitúa entre los más valorados de las prestigiosas guías. Visualmente se presenta de color rojo profundo, oscuro y maduro. En nariz destaca complejidad de aromas, donde encontramos desde fruta negra madura, con abundantes sensaciones de plantas aromáticas hasta notas lácteas y recuerdos minerales. La entrada en boca es de gran finura y complejidad. Aparecen taninos sutiles que confieren elegancia y profundidad respetando la particularidad del terruño. El vino más complejo de la bodega pide un maridaje con carne rojas bien elaboradas. La sensación dulce final, junto a los tostados, permite incluso acompañar muy bien a los postres de chocolate.
Curiosidad: Nueva imagen para este vino clásico de la bodega: la majestuosidad del pino en nuestros viñedos como reflejo de la elegancia y seriedad de nuestro vino más complejo.
Puntuaciones:
92 puntos en Guía Peñín 2014
93 puntos en Guía ABC 2015